En 2007 se aprobó la utilización de combustibles provenientes de Gas Licuado del Petróleo, o como se le dice comúnmente, GLP. Las normativas a tener en cuenta son la R115 y la R67.
Los beneficios de sistemas GLP respecto a la gasolina es en mayor parte económico, aunque también tenemos una mejora de emisiones de partículas al ambiente con este sistema.
En estos momentos el ahorro económico de un vehículo que reposte GLP es de entre un 45/50% ya que el litro de GLP está establecido en 0,78€, esto es debido por un lado a que el excedente de GLP previsto en todo el mundo se sitúa entre 11 y 17 millones de toneladas y por las tasas fiscales relativamente bajas que se le aplican, un mínimo de 125 €/tonelada frente a los 359 €/1.000 l de la gasolina sin plomo.
Este carburante se almacena, transporta y distribuye en forma líquida, se comercializa a través de las estaciones de servicio mediante una sencilla y rápida operación de llenado similar a las del diésel y gasolina. Al vehículo transformado a gas GLP se le instala una boca de carga con tapa normalmente en un lateral del vehículo.
Los vehículos adaptados a GLP (solo motores Gasolina) tienen la ventaja de poder utilizar cualquiera de los dos combustibles, por lo tanto si no encontramos un surtidor cercano siempre se podrá utilizar gasolina.
El kit de GLP consta a groso modo de:
Actualmente por normativa solo se pueden adaptar motores gasolina que estén dentro del intervalo de potencia de entre 30 CV a 460 CV (95% del parque automovilístico español de gasolina).
Una vez realizada la instalación del kit, el vehículo debe legalizarse en una estación de ITV (Inspección Técnica de Vehículos). Es un trámite rápido y sencillo que puede realizar el taller instalador o el propio cliente. Para poder legalizar la transformación el vehículo debe cumplir al menos la normativa de emisiones Euro3.
Los motores adaptados a GLP sufren una merma en su potencia como máximo de un 5% afectándole menos a motores con grandes cilindradas, y el consumo de combustible aumenta un 2% aproximadamente, pero aun así el sistema es rentable gracias a la diferencia de precio del litro de GLP.
Uno de los inconvenientes que encontramos en el Auto gas es que hay que amortizar una inversión que ronda entre los 1.500 y 2.500 euros. Aunque es un producto apto para todo el mundo no para todos los usuarios es rentable. Según José Luis Blanco, director general de la Asociación Española de Operadores de Gases Licuados del Petróleo (AOGLP), “un vehículo con GLP se amortiza a los 50.000 kilómetros de vida útil del coche”. Esta cifra media depende mucho del tipo de vehículo y de su coste. Así un vehículo de gran cilindrada con consumo alto amortizará el sobre coste en menos de 10.000 kilómetros. En AOGLP puedes calcular el ahorro de combustible al pasar a Auto gas.
Hay marcas que ya disponen de modelos que salen de fábrica con este sistema instalado, como es el caso de FIAT con su modelo Grande Punto o Volkswagen con su Golf Bi-Fuel.
Autor del post: Javier Mendoza Rodríguez
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